El Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) ha dictado una propuesta de resolución al expediente abierto al hoy ya presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Pedro Rocha, en la que propone la inhabilitación de este por seis años. Dos años por cada uno de los tres hechos probados y considerados falta muy grave. El TAD entiende que Rocha cometió abuso de la autoridad al tomar una serie de decisiones como presidente de la Comisión Gestora de la federación, después de la dimisión de Luis Rubiales, que no le correspondían por su condición de interino. Esos hechos probados son: cesar al secretario general de la RFEF, Andreu Camps; rescindir el contrato con GC Legal, el despacho de abogados de Tomás González Cueto, entonces mano derecha del expresidente Luis Rubiales; y personarse como acusación particular en el juzgado de Majadahonda en la causa derivada de la llamada Operación Brodie –de corrupción en los negocios, administración desleal y pertenencia a organización criminal–, que también afecta al propio Rocha, imputado al igual Rubiales o González Cueto.
El expediente nació de una denuncia de Miguel Galán, presidente de la escuela de entrenadores Cenafe, el mismo que hizo caer a los dos anteriores presidentes, Rubiales y, antes, Ángel María Villar. Galán le acusaba de incumplir el reglamento electoral o acuerdos de la asamblea general, así como de tomar decisiones que estaban fuera de su competencia, como se ha visto. El TAD valora que algunas de las decisiones tomadas por Rocha se hicieron a título personal y sin pasar por la aprobación de la asamblea de la federación. Ese es el principal motivo sobre el que se sustenta la propuesta de sanción.
La resolución deberá ser notificada al interesado, “a quien se concede un plazo de audiencia de diez días para proceder al examen del expediente, formular alegaciones y presentar documentos e informaciones que se estimen pertinentes”, informa la nota. Pasado ese plazo, los miembros del propio TAD votarán la propuesta.
El comunicado del TAD se ha hecho público este viernes, solo un día después de que se viera a Rocha en el palco de autoridades del Veltins-Arena, el estadio del Schalke, al lado del Rey Felipe VI, que asistió a Gelsenkirchen para ver el segundo partido de la selección española en la Eurocopa (1-0 ante Italia). Su presencia llamó la atención por su comprometida situación al frente de una federación que ha sido intervenida en la práctica por el Consejo Superior de Deportes. El órgano gubernamental, presidido por José Manuel Rodríguez Uribes, impulsó la creación de la Comisión de Supervisión, Normalización y Representación, presidida por un hombre de consenso como Vicente Del Bosque y cuya finalidad no es otra que tutelar una institución en tela de juicio desde la dimisión de Rubiales y el posterior ascenso al poder de Rocha. El extremeño fue nombrado presidente, en tanto que ganador de unas elecciones celebradas en extrañas circunstancias –ya pesaba sobre él la amenaza de inhabilitación– el pasado 26 de abril. Y en condición de presidente, reconocido y apoyado por la UEFA, ocupó un puesto preferencial en el palco, a pesar de que Rodríguez Uribes, en representación del CSD, acompañaba este jueves a Su Majestad como ministro de jornada.
Explica el CSD que en la fase de grupos de la Eurocopa, la labor de representación del Consejo se está ejerciendo a través de diferentes altos cargos. Al primer partido asistió el director general de Deportes, Fernando Molinero; y también Elena Martínez Ruiz, como miembro de la Comisión presidida por Vicente del Bosque. Este último asistirá al partido ante Albania, el tercero y último de la fase de grupos para España.
Así pues, lo más probable es que no se vuelva a ver a Rocha en el palco de autoridades de ningún otro partido de España en esta Eurocopa.
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